¡Hola! Soy Aminta,
Una chica que vive en la ciudad de Guatemala de hace 200 años. Mis papas se mudaron al valle de la Asunción, a los pies del Cerrito del Carmen. Mi papá dice que es aquí donde se juntan todos los caminos.
Antes vivía en el Valle de Panchoy, lo que tú conoces como Antigua Guatemala. Se mudaron después de un gran terremoto.
Mi nueva ciudad me gusta mucho. Tiene una Plaza Central muy grande, a donde vamos todos los domingos a pasear. Aquí es el corazón de la ciudad. No muy lejos, hay unos campos verdes donde vamos a caminar con mi mamá ya que quedan muy cerca.
Me dijeron que 3mil años antes vivían aquí otras personas, pero se llamaba KaminalJuyú y era una ciudad comercial muy importante. Sin duda mi ciudad de Guatemala siempre ha sido especial.
La semana pasada fuimos con mi mamá a las tiendas del Portal del Comercio a hacer unas compras, nos mostraron todos los productos nuevos que habían traído desde España: había libros y telas finas. Mi mamá compró un vino para cocinar. Mi abuelita dijo que el azúcar venía de Baja Verapaz y la lechita del desayuno, desde Pínula ¡Me encanta comer duraznos! Mi abuelo me explicó de la gran aventura de los duraznos, y otras frutas y verduras, que llegan desde el Altiplano en carretas jaladas por bueyes. ¡Algún día me gustaría ir a conocer!
Ayer papá me contó acerca de la independencia. Aquí en Guatemala de 1821, estamos descontentos con las condiciones ha impuesto la corona española y queremos poder tomar nuestra propia decisión. También me explicó que en 200 años muchas personas querrán leer nuestras historias, lo que nos gustaba hacer, como nos vestíamos, acerca de nuestro trabajo y nuestra familia. ¡Vaya que sería interesante! Por eso, les escribo desde ahora, para que sepan que, a pesar de los problemas, siempre ha sido chilero vivir aquí.
Años 1800 a 1821
Así era nuestra ropa:
Los hombres ladinos vestían chaqueta y camisas de cuello alto, medias blancas y zapatos de charol. Los hombres indígenas usaban sombrero, camisas de manta y caites.
Las mujeres indígenas usaban sus hipiles de colores oscuros, aun no tenían los colores que conocemos ahora. Y las mujeres ladinas usaban blusas con mangas abombada y faldas largas.
Así era nuestra música:
La escuela de música de la Ciudad Capital era conocida por sus villancicos y cantos religiosos. La música de las fiestas y reuníos eran ejecutada en vihuela y guitarra. En las zarabandas no faltaba la marimba.
Así era lo moderno:
La Catedral Metropolitana fue diseñada usando las ideas y técnicas más modernas que existían en la época.
Autor: Nuestras 200 Primaveras
Club Rotario/
Municipalidad de Guatemala