En la actualidad, en el Parque Kaminaljuyú, situado en la zona 7 de la ciudad de Guatemala, solamente divisamos algunos montículos, pero esto era el centro de una gran ciudad que tuvo mucha importancia en el mundo maya de hace mil años antes de cristo, y donde el Juego de Pelota se hacía como un acto de celebración para los eventos importantes.
Dicha celebración, para los habitantes de entonces, no era un espectáculo de entretención popular, como lo es hoy el futbol, sino que era una especie de ritual maya, practicado por gobernantes, personajes notables o guerreros destacados, y solo en ocasiones especiales.
Kaminaljuyú era, para esa época, una ciudad extensa que abarcaba desde el Cementerio General, zona 3, al Aeropuerto Internacional La Aurora, zona 13; luego, a los valles de lo que es en este tiempo Miraflores, hasta llegar a los bosques de El Naranjo.
La enorme extensión estaba habitada por diversos pueblos.
El juego de Pelota en Kaminaljuyú tenía tanta importancia que, en la extensión que abarcaba la ciudad, han encontrado alrededor de 13 canchas; si comparamos que, el Mundial de Fútbol 2014, jugando en Brasil, se jugo en 12 estadios, podemos ver el adelanto que teníamos hace tres mil años.
En una de las canchas del parque actual, se encontró un marcador hecho de piedra que data del año 300 antes de Cristo, y que hoy usted lo puede admirar en el Museo Nacional de Arqueología de Guatemala.
En este mismo Museo se puede admirar la figura tallada en piedra de un jugador de pelota, encontrado en uno de los montículos del parque Kaminaljuyú, lo que nos da una idea de la vestimenta y los implementos utilizados en la práctica de este juego.
En Kaminaljuyú se vivía gran actividad deportiva, pues se realizaban encuentros entre equipos que llegaban de lugares lejanos, especialmente del Norte de México, del Sur de Guatemala y de la ciudad de Tikal, en Petén.
La Ciudad de Kaminaljuyú era el centro del comercio del jade y también era el centro deportivo del mundo maya, puesto que aquí se jugó pelota siglos antes que existiera el Maracaná, en Brasil.
Créditos: Secretos de mi Ciudad Primera Temporada