Surgimiento del Alumbrado Público.

Según cuenta la historia, el primer alumbrado público tenía faroles, los cuales, utilizaban aceite como combustible y se instalaron en 1841, respondiendo a una orden directa del presidente Rafael Carrera, quien fue atacado por un ciudadano en plena oscuridad.

El ataque contra el presidente Carrera que hizo surgir el alumbrado público en Guatemala.

Antes de la instalación de las primeras plantas generadoras de energía eléctrica Guatemala dependía de faroles y candelas para iluminarse.

El primer alumbrado público con faroles que usaban aceite como combustible se instalo en el año de 1841, respondiendo a una orden directa del presidente Rafael Carrera, que fue atacado por un ciudadano en la oscuridad.

Existen varias versiones de esta famoso incidente, el cual ocurrió el 8 de agosto de 1841. Una de las historias más conocidas afirma que, aproximadamente a las 20:00 horas en la octava avenida y octava calle de la zona 1 capitalina, el presidente Carrera tropezó con José Amaría Andrade, alias el Marimbero, quien lo empujó son saber de quien se trataba.

Carrera le reclamó y Andrade le respondió con una puñalada en el costado izquierdo. Ese acto vandálico le costó la vida al agresor, ya que el presidente iba acompañado de un coronel, quien le ensartó su espada a él Marimbero.

Otras versiones detallan que Andrade esperaba a propósito al presidente con un cuchillo, para vengar el honor de su hija. Lo cierto es que el mandatario planteó la iluminación de las calles como una solución a la inseguridad en las calles.

Tras el incidente, el presidente Carrera hizo surgir el alumbrado público. Fue después de estas experiencias que el mandatario planteó la iluminación de las calles como una solución ante la inseguridad y el peligro que existía al estar en la oscuridad.

Para la instalación del alumbrado se ordenó que cada comerciante tuviera un negocio en la ciudad debían comparar un farol e instalarlo. Estos debían tener al menos una vara de alto y ser sostenidos por una barra de hierro.

La Ciudad de Guatemala tenía encargados de encender y apagar los faroles, los famosos serenos, quienes eran los encargados de hora tras hora revisar los faroles y gritar la hora: Las 12 en punto y todo sereno gritaban.

Fue hasta 1886 que Guatemala pasa de usar faroles a lámparas incandescentes.